Nosotros

Nosotros

Josechu huele a flores, a lavandas, eucaliptos, peonías y suculentas. Huele a ilusión en cada ramo que hace y a esa llamada de teléfono que hace preguntándote cada Domingo "¿Qué te pareció el ramo? y nosotros, fotógrafos afortunados en trabajar con él, le devolvemos la pregunta con una foto de su creación.

Porque siempre sacamos un hueco para hacerle una fotografía especial, a conciencia, para él, conocedores de la ilusión que le hace y porque... ¿para qué engañarnos? es maravilloso poder fotografiar cada una de las cosas que crea con tanto mimo, con la dosis justa de color y siempre con el tamaño preciso y perfecto. Siempre tan acertado y delicado. Siempre volcado con cada encargo, con cada novia impaciente y nerviosa a la que siempre sorprende cuando se ponen en sus manos.

No conozco a nadie que ponga más entusiasmo en cada cosa que hace, más cariño y más amor. Para él cada novia es única, cada ramo es especial y en cada camino de mesa, en cada altar y en cada decoración floral, pone todas las ganas y el esmero que puede existir en este mundo. Siempre ofrece lo mejor, su energía intacta para cada nueva persona que entra en el delicado espacio qua ha creado.

Entrar en La Florería es entrar en el corazón de Josechu, en su laboratorio de flores, su atelier de olores, de colores, donde se inspira, crea y se deja llevar por todo lo que cada nuevo cliente le sugiere o inspira. Josechu es un artesano, con todo lo enorme conlleva esa palabra. y detrás, delante o a su lado, lleva a gente maravillosa que cree en él y que son pilares fundamentales de su obra; su mujer, su padre, sus hijas y todos las personas que le ayudan, empujan y animan y le ayudan cada día ser mejor en lo suyo, a crecer, a formarse y cruzarse España solo para hacer un curso con los mejores floristas.

Entre tú y yo; no le hace falta ... porque él es pura creación y para nosotros, fotógrafos obsesionados con los detalle, es una bendita inspiración.

Silvia Sánchez, Fotógrafa.